Colombia ha ganado las tres grandes vueltas desde 2016, exhibiendo corredores de primer nivel que son héroes nacionales. Es un brillo que contrasta con los casos de dopaje que afectan, sobre todo, a sus competiciones internas. La lista de positivos colombianos es de las más extensas a nivel mundial y la lucha contra este flagelo se muestra limitada.

Es difícil encontrar otro país en América Latina con una pasión por el ciclismo que medianamente se acerque a la que se vive en Colombia. Es un sentimiento que va de la mano de un talento para formar ciclistas de primer nivel, que se miden de forma horizontal con las principales figuras internacionales en los escenarios de élite.

Colombia vive una época dorada del ciclismo. En 2019, Egan Bernal se convirtió en el primer latinoamericano en ganar el Tour de Francia, una de las pruebas más exigentes del deporte. Esta nación tiene el privilegio de haber conquistado las tres grandes vueltas (Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España), en los últimos seis años. Solo otros tres países se han hecho con estas tres competiciones en lo que va de siglo: España, Italia y Reino Unido.

Pero en las carreteras cafeteras hay un enorme desafío. A la fecha de publicación de este reportaje, la Federación Colombiana de Ciclismo cuenta con 32 sancionados. Solamente entre enero y septiembre de 2022, siete ciclistas han sido suspendidos por incumplir la normativa antidopaje.

“Eso no puede ser”, dice Luis Fernando Saldarriaga, un reconocido entrenador por el que han pasado ciclistas de la talla de Nairo Quintana (ganador de un Giro de Italia y una Vuelta a España) y de Sergio Higuita (campeón de una Volta a Catalunya). “Un ciclismo que verdaderamente sea potencial, tiene que ser potencial desde el punto de vista ético”, relata desde el velódromo de Bogotá.

Saldarriaga sabe de lo que habla. Estuvo al frente del equipo Manzana Postobón, una escuadra histórica del país que en 2017 disputó la Vuelta a España. Dos casos positivos forzaron su desaparición.

De los 32 sancionados que contabiliza la Federación Colombiana de Ciclismo, siete de ellos figuran también en la lista de suspendidos de la Unión Ciclista Internaciona (UCI).

Una oscura invitación a caer en las redes del dopaje

France 24 conoció el testimonio de un ciclista colombiano sancionado por dopaje. Es un relato anónimo, a pedido de este corredor que asegura que revelar su identidad lo pondría en peligro. Este pedalista, de nivel profesional, denuncia que su director deportivo lo incitó a doparse.

Cuenta que antes de preparar una carrera en Colombia, su técnico principal citó a todos los miembros del equipo. Este sujeto ofreció a sus ciclistas una maleta con EPO (Eritropoyetina).

El director técnico les hizo la propuesta con las siguientes palabras: “Bueno muchachos, hay esto. Yo ya me asesoré bien por médicos, por ciclistas que ya lo han usado”.

El ciclista asegura haberse sorprendido por la situación, pero después de haber dudado accedió a inyectarse. “¿Qué me llevó a tomar esa decisión a último momento? Eso. Tenía que llevar comida a mi casa”. Comenzó entonces una verdadera pesadilla.

Según el testimonio de este ciclista anónimo, su director deportivo le ofreció a él y al resto de su equipo doparse con EPO de cara a una carrera.

Días después, un control detectó la sustancia dopante y el ciclista fue suspendido varios años. En su desesperación, intentó buscar ayuda por medio de su director deportivo, con una respuesta que no era la que imaginaba. “Yo esperaba que el man estuviera ahí con uno y decir, listo, lo voy a ayudar. ¿Pero qué hizo? Lavarse las manos”.

Apareció entonces una faceta hasta ahora desconocida de su entrenador. “Si nos queremos ir por las malas, nos vamos por las malas. Usted tiene familia”, le respondió al ciclista. De acuerdo con este relato, este preparador es muy reconocido en el ciclismo de Colombia y América Latina.

No hubo, entonces, más solución para este ciclista que comenzar a cumplir su sentencia y entrar en la lista de los apartados. Relata que entró en una época oscura en la que llegó a pensar en retirarse, pero finalmente decidió mantener la esperanza de algún día volver.

“Eso es un momento de mucho dolor. Yo lloraba mucho. Yo entré como en una depresión en donde me la pasaba llorando. No dormía, no comía porque creo que estaba en el mejor momento de mi carrera deportiva. Estaba brillando. Donde había mucho sacrificio para haber llegado en donde estaba y que, por un error, por creerle a unas personas de que nada iba a pasar, se me derrumbó todo”.




El desafío de luchar contra el dopaje en Colombia

La Organización Nacional Antidopaje (ONAD) es el brazo del Ministerio del Deporte a la hora de combatir el doping. Actualmente su estrategia se basa en los controles fuera de competencia. Y es que hoy en día, los tramposos parecen tener ya varias herramientas para intentar evadir el juego limpio.

Lo reconoce Orlando Reyes, coordinador de la ONAD: “Pueden hacer unos tratamientos con sustancias prohibidas antes de las competencias de tal manera que ya en la competencia llegan y prácticamente las sustancias pueden ser indetectables o se presentan en concentraciones muy pequeñas y son de difícil detección”.

De acuerdo con Reyes, el 60% de las pruebas antidopaje que realizan se hacen fuera de competencia, frente al 40% que toman en los torneos.

Pero esa lucha cuenta con un obstáculo. En 2017, el laboratorio de Bogotá perdió su acreditación por parte de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). Este centro era el único del país que contaba con dicho reconocimiento. Se trata de la única certificación que permite elaborar pruebas aptas para el Pasaporte Biológico del Deportista, un documento que hace un seguimiento a los atletas de cara a detectar cualquier anomalía.

La AMA explica que el centro de la capital colombiana no cumplía con los estándares internacionales. Es por eso que hoy en día Colombia debe enviar sus pruebas a laboratorios en el extranjero que están certificados como el de Salt Lake City, en Estados Unidos, o el de Montreal, en Canadá. Con ello, aumenta el riesgo de deterioro de las muestras y el costo del examen.



¿Cómo funciona el tráfico de estas sustancias?

Entre los 32 sancionados por la Federación Colombiana de Ciclismo por la normativa antidopaje hay una sola persona que figura con el apartado de “Administración o intento de administración”. Su nombre es Jhoann Robayo.

Jhoann Robayo es la única persona sancionada por la Federación Colombiana de Ciclismo por “administración o intento de administración” de sustancias dopantes. Bogotá, Colombia, julio de 2022. France 24.

France 24 habló con él en su residencia en Bogotá. Robayo se presenta como fabricante de ropa deportiva y antiguo ciclista. Reconoce que en algún momento se lucraba vendiendo sustancias dopantes. “Yo te conseguía eso porque era un comerciante. Es un negocio muy natural, me da tristeza, pero así es”.

Su sanción comenzó el 26 de marzo de 2019 y termina en 2023. Un castigo de cuatro años que no lo alejaron completamente de su deporte. Con su marca de ropa patrocina un equipo de ciclismo femenino con el que conquistó la Vuelta a Colombia de 2020 con la ecuatoriana Myriam Núñez.

Según Robayo, la venta de sustancias prohibidas es algo de su pasado. Sin embargo, relata que es “fácil” acceder a ellas en Colombia. Fuera del país cafetero, en naciones como Argentina o Chile “no hay ningún control antidoping” y el “mercado es bravo”, relata.

France 24 encontró varias fuentes no relacionadas entre ellas, que aseguran hay un presunto sistema de corrupción en Colombia que permitiría reducir las sanciones por dopaje a cambio de cuantiosas sumas de dinero. Sin embargo, ninguna de estas fuentes aceptó que France 24 registrara esas denuncias.

Si usted tiene información sobre el dopaje en Colombia, América Latina o Europa y desea ponerse en contacto con nosotros, nos puede escribir a este correo de manera completamente confidencial: france24es@proton.me.